No voy a negar que siempre he admirado esos países para los cuales el Día Internacional de les Trabajadores, también conocido como el Primero de Mayo, es honrado y celebrado por la población. Es la fiesta del movimiento obrero mundial. Es la manera de recordar los sindicalistas anarquistas ejecutados en Estados Unidos por participar en las jornadas de lucha por la consecución de la jornada laboral de 8 horas. Bajo la máxima de: “Ocho horas de trabajo, ocho horas de ocio y ocho horas de descanso” se intentó darle un poco de “humanidad” y justicia a la acción de “trabajar” en Estados Unidos. Desde entonces se considera la fecha como una que reivindica los derechos de les trabajadores celebrada en mayor o menor medida en todo el mundo. Países como Estados Unidos y Canadá se niegan a dar este reconocimiento a la lucha obrera.
En Puerto Rico, hay una tradición honrosa de lucha obrera y/o unionada de largo tiempo. Sin embargo, ha tenido largos periodos de descontento, desinterés y enojos. Además, los pasados gobiernos, como el actual, han desatado una campaña implacable de demagogia, desinformación, mentiras y propaganda obsoleta, pero eficiente, de guerra fría, junto con la maldita teoría del “trickle down” que convenció a mucha gente de que la solidaridad con los patronos era lo beneficioso, no con les trabajadores. También el movimiento obrero ha dado dos o tres malos pasos, pero ese no es el motivo de esta columna. No voy a perder el tiempo en malos pasos pasados cuando hay tantos nuevos pasos por dar.
En estos momentos hay mucha receptividad al trabajo laboral, desde la perspectiva de les trabajadores, por muchas razones. La principal es que les trabajadores en Puerto Rico han visto muchas de las conquistas del movimiento obrero desaparecer. Este primero de mayo es una de las mejores oportunidades históricas para aumentar el reconocimiento de este día en Puerto Rico. Para seguir educando sobre la importancia de la solidaridad laboral y la necesidad de que les trabajadores no enfrenten individualmente al patrono, sino que lo enfrenten unides.
Sin embargo, me llegan dos asuntos que me preocupan. El primero es que las principales uniones no pudieron ponerse de acuerdo en como celebrar el 1ro de mayo. Eso no me dio alegría, un 1ro de mayo unido es lo que para mi, necesita Puerto Rico. Pero está bien si no se da. Lo que sugiero encarecidamente en que se vean las actividades, no como actividades que compiten (esa forma tan masculino-tóxica de bregar con nuestras diferencias.) Por el contrario, podemos verlas como actividades que se SUMAN, que se COMPLEMENTAN y reconocerse una la otra como actividades legítimas. Después de todo, la meta no debe ser que su unión “gane;” que lleve más gente o se imponga. La meta debe ser un Puerto Rico solidario con las luchas de les trabajadores, no importa donde y con quien marchen. Ojalá hubiera marchas en todos los pueblos. Tal vez, aunque no marchen juntes si pueden hacer declaraciones en armonía sin estar “compitiendo” por cual marcha es la mejor o la más asistida. La competencia tóxica nos divide, tiene que haber formas de trabajar juntes y encontrar terreno común, todes estamos de acuerdo en que combatimos el abuso laboral y la deforma laboral que nos ha dejado desprovistos de derechos y reivindicaciones ganadas. También debemos estar de acuerdo en que queremos seguir concientizando la necesidad de que el pueblo en general apoye a los trabajadores, nuestra lucha no debe ser porque el pueblo deba escoger con que líder marchar, la solidaridad no debe pedirse para los lideres laborales, se debe pedir solo para la clase trabajadora, concebida en su más amplia definición. Créanme, una vez dejemos de competir, se nos hará más claro cual es el verdadero enemigo. Una vez, el norte de todos sea el país y la clase laboral (repito, en su definición más amplia posible) nuestras diferencias, y los líderes que las exaltan, pasan a segundo y tercer lugar. No hay que probar quien la tiene más grande, hay que probar que podemos trabajar juntes.
Por último, quiero comentar que me da mucha tristeza el que algunas personas, en lo que solo puedo describir como una equivocación fatal, estén llamando a un boicot del periódico Claridad. Claridad es un periódico, liderado casi en su totalidad por un colectivo de mujeres que a veces están hasta meses sin cobrar, dándolo todo por contrarrestar precisamente la propaganda anti laboral de los medios noticiosos privados e institucionalizados. Claridad ha sido consistentemente solidario con los derechos laborales. Pero ahora hay que boicotearles sólo porque su cierre de Festival se de en el primero de mayo. ¿En serio? ¿Es Claridad el enemigo en la lucha patronal en Puerto Rico? En una lucha contra los esfuerzos de patronos de quitarle toda la dignidad y humanidad al trabajo, ¿vamos a boicotear a uno de los poquísimos medios que han sido incondicionales a los derechos laborales? ¿Cuándo vamos a dejar de dispararnos hacia nuestro propio pie? Ya hay gente que ha expresado que marcharán con mucho orgullo y combatividad y que luego irán a terminar celebrando el día con nuestro Festival de Claridad, donde precisamente se estará celebrando también el 1ro de mayo, día de les trabajadores, ese es un acercamiento mucho mejor y solidario y también mucho más justo al historial de lucha y solidaridad históricas del periódico con la lucha laboral.
¡Unidad contra patronos, sus políticxs lambebotas y sus instituciones!
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